
Historia de Teotihuacán: La ciudad de los dioses
Teotihuacán, conocida como la “Ciudad de los dioses,” es uno de los sitios arqueológicos más fascinantes y enigmáticos de Mesoamérica. Situada a unos 50 kilómetros al noreste de la Ciudad de México, esta metrópoli prehispánica sigue cautivando a visitantes de todo el mundo con su impresionante arquitectura, su simbolismo y su historia milenaria.
El origen de Teotihuacán
El origen exacto de Teotihuacán es un misterio que los arqueólogos aún intentan resolver. Se estima que la ciudad fue fundada alrededor del año 100 a.C., alcanzando su apogeo entre los siglos III y VI d.C. Durante este tiempo, fue el centro urbano más grande de América, con una población que se calcula entre 100,000 y 200,000 habitantes.
Aunque no se sabe con certeza quiénes fundaron la ciudad, se cree que fue un crisol de culturas compuesto por diversos grupos étnicos, incluidos los zapotecas, mixtecas, mayas y otros pueblos. Su diversidad cultural contribuyó a su grandeza y a la complejidad de su organización social y religiosa.
El nombre y su significado
El nombre “Teotihuacán” proviene del náhuatl y significa “el lugar donde los hombres se convierten en dioses”. Fue dado por los mexicas siglos después del abandono de la ciudad. Los antiguos habitantes de Teotihuacán no dejaron registros escritos, por lo que desconocemos el nombre original que le dieron a la ciudad.
La organización urbana
Teotihuacán fue una de las primeras ciudades planeadas del mundo, con una disposición geométrica y una organización social jerarquizada. Su eje principal, la Calzada de los Muertos, conecta las principales estructuras de la ciudad:
- La Pirámide del Sol: Con 65 metros de altura, es una de las pirámides más grandes del mundo. Fue construida alrededor del año 200 d.C. y está alineada con el recorrido del sol, lo que sugiere conocimientos avanzados de astronomía.
- La Pirámide de la Luna: Ubicada al final de la Calzada de los Muertos, esta estructura está dedicada a las deidades femeninas y los ciclos lunares.
- El Templo de Quetzalcóatl: También conocido como la Pirámide de la Serpiente Emplumada, es famoso por sus elaboradas esculturas y simbolismo religioso.
Religión y cultura
La religión jugó un papel fundamental en la vida de los teotihuacanos. Adoraban a diversas deidades, entre las que destacan:
- Tlaloc: Dios de la lluvia y la fertilidad.
- Quetzalcóatl: La serpiente emplumada, representación de la sabiduría y la vida.
- Huehueteotl: El dios del fuego, asociado con la renovación.
Las ceremonias religiosas incluían ofrendas, sacrificios y rituales en las pirámides, que también servían como observatorios astronómicos.
El misterio de su declive
Hacia el siglo VIII, Teotihuacán fue abandonada abruptamente. Las razones exactas son desconocidas, pero se especula que factores como la sequía, la sobreexplotación de recursos y conflictos internos pudieron haber contribuido. Cuando los mexicas descubrieron la ciudad siglos después, ya era una ruina cubierta por el paso del tiempo.
Legado de Teotihuacán
El impacto de Teotihuacán se extendió mucho más allá de sus fronteras. Su influencia cultural y comercial llegó a regiones tan lejanas como el sur de Mesoamérica, dejando un legado arquitectónico y artístico que aún perdura. Hoy en día, la ciudad es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y uno de los sitios arqueológicos más visitados de México.
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